La intérprete estadounidense es la última estrella de Hollywood que se anima a confesar públicamente alguno de los traumas vividos durante su adolescencia, en concreto la manera tan repentina en la que se vio obligada a abandonar el instituto de su localidad natal, Petaluma (California), debido al abuso continuado en el que incurrían sus compañeros de clase para hacerle la vida imposible.
"Sí que pasó, la verdad, y jamás olvidaré que soy una de las pocas personas que tuvo que renunciar a una vida académica normal para recibir mi educación en casa. Solían meterse conmigo porque llevaba el pelo muy corto y ropa muy cómoda que muchos podrían atribuir como exclusiva del sexo masculino. Cuando no había profesores por los pasillos, todos los niños empezaban a meterse conmigo y a gritar: 'Lesbiana, lesbiana'", reconoció la artista a la revista V.
A pesar de los malos recuerdos que pasan por su mente al revivir mentalmente este dramático episodio, Winona Ryder siempre es capaz de extraer lecciones positivas de todo tipo de experiencias, por lo que no duda en asegurar que su prolongado encierro en casa durante esos años jugó un papel fundamental a la hora de definir su vocación profesional.
"Parece mentira, pero ese trauma fue el responsable de que acabara convirtiéndome en actriz, porque todo el tiempo que pasaba en casa lo dedicaba a estudiar o a ver películas", apuntó.
Sin embargo, su etapa como actriz tampoco ha estado precisamente caracterizada por la estabilidad, ya que pasó de ser una de las estrellas juveniles más cotizadas y adoradas de la década de los 90 a ver cómo su imagen pública se derrumbaba cuando fue detenida por robar en una tienda: un suceso relacionado con un trastorno de cleptomanía que, afortunadamente, Winona ya ha superado exitosamente.
Por: Bang Showbiz