Qué más prueba puede haber de que el dinero no compra ni la elegancia ni el estilo que el propio Seth Rogen. El actor, guionista y humorista puede ser todo ingenio cuando se trata de hacer reír al público, pero en cuestiones de ropa su cabeza no da para más que para elegir sudaderas en distintos tonos de gris.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:32 p. m.