Sin su melena teñida de rosa y sin uno de sus extravagantes modelitos Kesha no parece ella misma, sino una persona normal. Pero no nos malinterpretéis, el cambio nos parece magnífico, y animamos a la cantante a que siga poniéndose esas túnicas de hippie trasnochado todas las veces que quiera.
Por: Bang Showbiz
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