A pesar de que ya hace 16 años que se divorciaron, las consecuencias de la ruptura de Bruce Willis y Demi Moore podrían seguir afectando a su hija Tallulah (20), quien se vio obligada -tras la insistencia de sus padres- a ingresar en la clínica de rehabilitación The Meadows, en Arizona, el mes pasado para recibir tratamiento por la dismorfia corporal que padece desde los 13 años.
"Le dieron un ultimátum a Tallulah. Sus padres estaban a punto de quitárselo todo", reveló una fuente a la revista People.
Pero parece que la hija pequeña de la pareja no solo sufre este trastorno alimenticio -que ella misma se encargó de hacer público hace unas semanas- sino que se especula con que también podría estar siendo tratada de una adicción a la cocaína y al alcohol.
Los problemas de Tallulah podrían haberse agravado desde 2012, después de que su madre fuese ingresada por estrés y agotamiento.
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"Cuando Demi fue hospitalizada, Tallulah no fue a clase durante varios días porque le daba mucha vergüenza. Era muy abierta al hablar sobre los problemas de Demi y siempre parecía insinuar 'Claro que yo también tengo problemas, mira a mi madre'", aseguró alguien del entorno escolar de la joven.
Aunque el estado de Tallulah preocupe tanto a su padre como a su madre, parece que la pareja no ha estado siempre de acuerdo en la atención y el tratamiento que los problemas de su hija pequeña debían recibir.
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"Si Bruce hubiera sospechado que Tallulah tenía problemas con el abuso de alguna sustancia, habría pedido ayuda para ella. Sin embargo, Demi piensa que Tallulah es aún muy joven y que está intentando encontrarse a sí misma", apuntó el informante.