Gustavo sale de su oficina dispuesto a devolverle una botella de ron que le regaló Renata pero la encuentra llorando mientras habla con un hombre que el parecer la está acostando. Una pareja del pasado que no ha dejado de acecharla.
El cachaco la ve tan angustiada que decide llevársela a la casa de Alejo para que duerma allí por unos días y pueda denunciar al acosador. Margarita se da cuenta de la situación y va a reclamarle por estar con una mujer en la casa diferente a su novia.