Las reglas del juego obligan a que el ganador del desafío de salvación sea quien escoja a uno de sus compañeros para ir a muerte, Ángel tendrá que asumir un rol que no desea, pero es inevitable. El costeño después de una deliberación en grupo decide que su voto para ir a muerte será para Valentina, la única santandereana de la competencia.
No obstante, la situación se le puso aún más difícil en el momento que Tin y Jey quedan en un empate técnico de votos para ser el segundo sentenciado para ir a muerte junto a Valentina. Margarita aclara las reglas el juego y le informa a Ángel que es el que tiene que decidir también el segundo sentenciado para pelear por su permanencia en el desafío.
Con el corazón en la mano y sin quererlo hacer, Ángel honra su compromiso con los cachacos, el último grupo en el que estuvo durante la competencia por regiones y deja a Tin sentencia junto a la santandereana.