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Humor colombiano
Humor colombiano
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Este humorista asegura que allí tienen equipos de sonido tan grandes que los costeños se tuvieron que ir por el ruido, mientras que las iglesias son estrato seis, pues la limosna se puede pagar con datáfono. Además, nos presenta el río argentino, al que le dicen así por crecido.
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Con un mensaje para que las personas se acepten tal y como son, este humorista exalta que hay otras opciones para no operarse tanto como utilizar fajas o prendas con realce, a pesar de que estas le parecen un poco incómodas.
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Estos participantes tienen tan solo 30 segundos para hacer su mejor chiste si quieren obtener los 200 mil pesos, por lo que hablan de una empanada a la que confunden con un tamal, las notas de Jaimito en el colegio y unos particulares cordones.
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Este humorista menciona a un peluquero que no sabe qué hacer con el cabello de una clienta, un hombre al que el alcohol le atrae y un señor que por temas de pico y placa tiene una amante.
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Con motivo de la Independencia de Cartagena miles de personas aprovechan para irse de viaje, beber y estar de fiesta, lo que hace que este sacerdote hable de los infieles y de aquellos que ni siquiera aportan el diezmo.
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El padre del barrio le deja en claro que con su cara van a la fija ante los espíritus, por lo que aprovecha para confesar que desde hace un tiempo dejó de creer en el demonio, o sea, en las mentiras de su suegra. A su vez, relata la primera vez que tuvo que ayudar a una mujer que estaba en una pose bastante impactante.
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Estos particulares presentadores, quienes revelan algunas de sus curiosidades, no miden sus palabras en este boletín en el que analizan una reconocida cuña radial.
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Jhovanoty le hace un curioso planteamiento a los colombianos, quienes reaccionan con mucha sorpresa ante este supuesto proyecto de ley, a pesar de que no todos le creen por completo.
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El humorista asegura que muchos colombianos le han hecho esta pregunta, así que recuerda a todos los personajes con los que se cruzó en el camino para cumplir con su sueño.
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Bastante afectado por esto, el militar busca apoyo en su subordinado, quien en vez de darle consejos aprovecha la situación para molestarlo y hacerle algunos chistes sobre su condición.
