Desde que desembarcara en México para ocupar su sillón de coach en el concurso 'La Voz', a Ricky Martin no han parado de intentar colgarle la etiqueta de estrella caprichosa capaz de montar en cólera ante el menor contratiempo, hasta el punto de que varios medios aztecas comenzaron a especular con un inminente abandono por parte del cantante.
Sin embargo, al artista portorriqueño acaba de salirle una firme defensora, la presentadora Jacqueline Bracamontes, quien ha querido zanjar de una vez los rumores sobre la supuesta mala relación de Ricky con el resto del jurado del programa, formado también por Laura Pausini, Julión Álvarez y Yuri.
"Puedo asegurar que Ricky es supernatural. Si ha habido broncas, eran broncas de la producción, nada de los coaches", aseguró al portal People en Español la estrella televisiva, que retoma su papel como presentadora de 'La Voz México' en esta cuarta temporada.
Al parecer, las tensiones entre Ricky y el equipo de producción del programa surgieron el primer día de casting, cuando el artista tuvo que esperar seis horas para empezar a escuchar a los aspirantes.
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"Montó en cólera y le dejó en claro al productor que no volvería a tolerar una grosería como la de ese día. El problema es que Ricky llega temprano al plató con sus hijos, Valentino y Matteo, y los deja en el camerino todo el tiempo. Obviamente esa situación altera demasiado al cantante", aseguraba recientemente una fuente a la revista Nueva.