Al padre de Lindsay Lohan, Michael Lohan, le preocupa el bienestar de su novia, Kate Major, quien embarazada de cinco meses cumple una condena de ocho meses en la cárcel de Gun Club Road en Palm Beach (Florida) por conducir bajo los efectos del alcohol, lo que le ha llevado a buscar ayuda legal.
De este modo, Michael ha contratado al conocido abogado neoyorquino Jose Baez para que consiga una orden judicial que garantice que su pareja recibirá un tratamiento médico adecuado en prisión tras sufrir dos episodios de sangrado vaginal.
"Todo el mundo sabe que si alguien sufre un sangrado vaginal puede ser síntoma de aborto", reveló al portal TMZ.
Según el padre de la actriz, Kate habría sido víctima de una negligencia médica, pues un celador la acompañó a la enfermería cuando empezó a sangrar, pero allí fue enviada de vuelta a su celda sin antes ser atendida por un especialista, haciéndole tan solo una ecografía para comprobar que el corazón del feto seguía latiendo.
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Además, Michael acusa a los funcionarios de la prisión de obligar a Kate, pese a su mal estado de salud, a cargar, de vuelta a su celda, con algunos objetos personales con los que se había trasladado a la enfermería.
La experiodista, quien tiene otro hijo con Michael -Landon, de 18 meses- fue arrestada en marzo de 2013 después de que el padre de Lindsay llamara a la policía tras una pelea estando borrachos. Los niveles de alcohol en sangre de Kate triplicaban el límite admitido frente al volante.
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