El actor y director Mel Gibson ha querido escenificar su regreso por todo lo alto a la industria cinematográfica, así como el cierre definitivo de un oscuro pasado marcado por su adicción al alcohol y los escándalos que ha protagonizado a consecuencia de ello, sincerándose al máximo sobre el duro proceso de rehabilitación al que ha tenido que someterse para recobrar la normalidad.
"He participado en un programa de 12 pasos para vencer el alcoholismo y de esa forma he conseguido volver a ser el que era. Puedo decir orgulloso que llevo 10 años sobrio, sin probar ni una gota. Antes de llegar a esta situación, llegué a estar ocho años sin beber antes de recaer, y luego otros cuatro años sin hacerlo antes de volver a las andadas. Para mí ha sido como entrar y salir a través de una puerta giratoria, pero ya lo he dejado para siempre", reveló en una entrevista a la cadena de televisión Channel 7.
Sin embargo, el intérprete no olvida el dramático impacto emocional que tuvo el hecho de los episodios más desafortunados que protagonizó en la década pasada -como cuando fue grabado dirigiendo toda clase de comentarios ofensivos hacia la comunidad judía o su arresto en Malibú por conducir ebrio y encararse con los agentes- acabaran siendo de dominio público, ya que el daño que sufrió su reputación complicó aún más el proceso.
"Imagínate que los peores momentos de tu vida aparecen grabados y expuestos ante la opinión pública de todo el mundo, cosas que jamás tendrían que haber salido de mi ámbito privado. Nunca quise acabar siendo el protagonista de una telenovela que fuera mi vida, pero bueno, me imagino que eso es lo que les ocurre a todos [los famosos]", reflexionó en la misma conversación.
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Ahora que vuelve a contar con el apoyo de la industria tras las buenas críticas que ha cosechado su última película, la cinta bélica 'Hacksaw Ridge', en los últimos certámenes cinematográficos, el polémico artista está haciendo todo lo posible por centrarse exclusivamente en su trabajo e ignorar aquellos titulares maliciosos que han venido poniendo en entredicho su satisfactoria recuperación.
"Es verdad que podríamos recrearnos en el dolor, sentir compasión de nosotros mismos y seguir consumiéndonos por lo que ha pasado, pero a mí eso no me resulta útil. No quiero que el presente y el futuro siga viéndose determinado por lo que me ocurrió, quiero aprovecharlo todo lo que pueda", aseveró.
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