Los padres de la joven Cressida Bonas, que mantuvo una relación sentimental con el príncipe Enrique de Inglaterra hasta el pasado mes de abril, no aprueban la decisión de su hija de reconducir su carrera como bailarina profesional hacia el mundo de la interpretación, ya que consideran que no es una manera "adecuada" de ganarse la vida.
"Mis padres piensan que no es la manera adecuada de ganarme la vida y creen que soy demasiado sensible", aseguró a la revista Miss Vogue.
Sin embargo, Cressida está convencida de que fue precisamente la educación que le proporcionaron sus padres, Jeffrey Bonas y Lady Mary-Gaye Curzon, la que le ha empujado a intentar labrarse una carrera en el cine.
"Crecí en una casa llena de drama, pero de drama en el buen sentido de la palabra. Bailábamos y cantábamos mucho, especialmente canciones de musicales", añadió.
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A pesar de que su relación con el príncipe Enrique le convirtió en el centro de la atención mediática durante meses, Cressida aún no ha conseguido superar su inmensa timidez en la vida real.
"Realmente no lo entiendo, pero a menudo soy demasiado tímida, hasta el punto de quedarme paralizada. Pero cuando actúo es completamente diferente, me siento libre", explicó la joven intérprete, que acaba de participar en la película 'Tulip Fever'.
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