Uno de los requisitos imprescindibles fijados por Jennifer Lopez para aceptar la oferta de actuar 72 noches en Las Vegas por 350.000 dólares el concierto es que el personal de cocina de su exclusivo alojamiento en el casino Planet Hollywood cocine a diario tarta de manzana, no porque planee saltarse su estricto régimen, sino porque adora "el olor" de dicho dulce.
"No es ella quien tendrá que pagar la cuenta, así que está pidiendo mucho más de lo que estaría dispuesta a pagar en circunstancias normales. Está siendo como ir de compras", aseguró un informante a la revista heat.
La cantante también ha exigido que le sean habilitadas tres suites -que incluyan un vestidor decorado en color blanco- en el lujoso casino, que deberán ser atendidas por tres mayordomos vestidos con trajes blancos y por todo un "equipo" de asistentas. Además, Jennifer y su séquito contarán con una lavandería separada de la del resto de huéspedes del casino.
La comodidad de sus gemelos Max y Emme (6) -fruto de su fallido matrimonio con Marc Anthony- también ha sido una de las grandes preocupaciones de la artista a la hora de aceptar tan suculenta oferta, por lo que ha solicitado que la habitación de sus hijos cuente con un área de recreo donde los pequeños puedan practicar ejercicio sin necesidad de abandonar el hotel.
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Por su parte, todo el equipo encargado de atender a Jennifer durante su estancia en Las Vegas deberá firmar un contrato de confidencialidad para garantizar su privacidad.