El popular rapero Lil Wayne se quedó boquiabierto a principios de esta semana cuando una prostituta llamó a la puerta de su casa en Miami Beach diciendo que le habían llamado para un servicio, cosa que Wayne aseguraba no haber hecho.
Este ha sido el último de los incidentes que el rapero ha venido sufriendo en las últimas dos semanas. En este tiempo Wayne ha sido bombardeado a llamadas telefónicas, que se colgaban cuando el músico respondía, y a principios de mes la policía tuvo que acudir a la casa cuando los vecinos avisaron de que había un desconocido merodeando por los alrededores de la vivienda.
Este mismo miércoles la policía tuvo que volver a la residencia del rapero al recibir una llamada afirmando que Wayne había disparado contra cuatro personas en el interior de su casa. Tras inspeccionar la vivienda -una mansión de 10 dormitorios valorada en 9.4 millones de dólares- se dieron cuenta de que había sido una falsa alarma.
Fuentes cercanas al rapero han contado a TMZ que tanto Wayne como su equipo están convencidos de que es la misma persona la responsable de todo el acoso de los últimos días y ya han facilitado su número de teléfono a la policía.
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Por: BangShowbiz