Aunque Lupita Nyong'o se consagró como actriz en 2014 al ganar un Óscar por su trabajo en '12 años de esclavitud', cuando aún era una desconocida para el gran público, han tenido que pasar tres largos años antes de que la artista nacida en México y criada en Kenia comenzara a pensar en la meca del cine como su nuevo hogar o, al menos, un entorno donde no se sentía constantemente fuera de lugar.
"Ahora estoy más acostumbrada a este mundo. Hay cosas que me gustan y otras que no", concede la premiada intérprete en una entrevista al dominical The Sunday Times. "Sé cuándo estoy forzando demasiado las cosas. Por fin he aprendido a reconocer cuántas horas de sueño necesito".
Las palabras de la guapa joven no deben confundirse sin embargo con un cierto desapego o desinterés por su actual éxito profesional.
"Me siento muy afortunada. Todo esto me ha dado el lujo de poder elegir. Puedo elegir trabajar en proyectos que me apasionan y en los que no puedo dejar de pensar. Así es como elijo: si leo un guion y después no puedo quitarme al personaje de la cabeza, esa es la señal; pero si no me importa lo que le suceda, entonces no es el adecuado para mí".
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A lo largo de este tiempo, Lupita se ha labrado la reputación de ser una estrella poco convencional, comprometida con un sinfín de causas políticas y sociales y que prefiere pasar su tiempo lejos de los focos de la atención mediática. Aunque comprende por qué el mundo se ha forjado esa impresión de ella, insiste en que muchos se sorprenderían al descubrir cómo se comporta realmente en las distancias cortas.
"No creo que sea una persona seria. Puede que algo reservada, quizás. Creo que a menudo, cuando hablo a través de las revistas, lo hago con extraños, pero cuando me siento cómoda puedo llegar a hacer muchas tonterías".
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Por: Bang Showbiz