La siempre polémica Azealia Banks hizo gala de un comportamiento modélico durante su comparecencia ante el juez este martes para defenderse de los cargos por un delito menor de asalto y conducta desordenada, después de que el 16 de diciembre del año pasado mordiera a una portera del club de Manhattan 'Up&Down' por no permitirle la entrada al local al ser incapaz de reconocerla.
Sin embargo, la rapera no fue capaz de seguir manteniendo la compostura a la salida del juzgado y no dudó en encararse con uno de los fotógrafos que allí la esperaba cuando este trató de avisarla de que su coche ya había llegado para trasladarla a casa.
"Eres un mi**da, eres un maldito capu**o", le espetó airada la artista, a lo que el hombre no tuvo ningún reparto en responderle con ironía: "No hay de qué".
Al menos en esta ocasión la intérprete no ha recurrido a la violencia física, como sí hizo en marzo mientras abandonaba el mismo edificio, momento en el que abofeteó a varios de los reporteros gráficos.
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Azealia debería haber comparecido el pasado 25 de septiembre en el marco del mismo caso, pero no se presentó a su cita con la justicia porque, según informó su representante legal, había perdido un vuelo de Los Ángeles hasta Nueva York. El juez ya había advertido a la artista que de faltar a una nueva sesión, después de no aparecer en otra por motivos de salud, podría acabar en prisión.
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