Por sosuno y poco arriesgado que resulte el vestido de Versace de Amy Adams, hay que reconocer que no podría ir mejor con el estilo de su portadora. Ni la melena ni la elección de joyas de la actriz eran nada del otro mundo, pero al menos se salvó del descalabro estilístico que sufrieron algunas de sus compañeras.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:24 p. m.