La idea de Betty para recaudar dinero y ayudar a su familia es todo un éxito y cada vez son más los clientes los que se acercan a Miguel para que les realice el servicio de lavadora. Ahora ya tienen dinero para pagar cumplidamente las cuotas y comprar detalles para el bebé que esperan.
Sin embargo, a Miguel se le ha olvidado que la lavadora consume agua y luz, lo que hace que los recibos lleguen muy costosos y tengan que mirar cómo van a pagarlos, eso sí, sin preocupar a Mireya.