Cambiar de poses, lugares y movimientos puede encender la llama de la pasión cuando estás teniendo relaciones sexuales con tu pareja. Por esta razón, no es raro que a muchos les interese practicarlo en la ducha, una tina, en una piscina o en el mar.
Sin embargo, debes tener en cuenta algunas recomendaciones para que las cosas sean placenteras y cómodas para ambos.
Por ejemplo, es esencial contar con un lubricante ya que el agua puede reducir los fluidos naturales y termina siendo toda una molestia para ambos.
Es importante ser creativo con las posiciones, pero una que puede hacer las cosas más sencillas es en la que la que se rodea a la otra persona con las piernas, haciendo que la penetración sea más fácil.
No te olvides del sexo oral. Puedes hacerlo mientras la otra persona está flotando.
Y lo más importante de todo: usa protección. Seguramente no querrás quedar o dejar a alguien embarazada o adquirir una enfermedad de transmisión sexual.
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