Paul Walker falleció en 2013 a causa de un accidente automovilístico dejando a su única hija, Meadow Walker, con tan solo 13 años. Ahora, con 20 años la joven enloquece a los seguidores de su padre y a propios por su cambio físico.
La niña de aquel entonces vivía con su padre desde el 2011 en California, luego de haber crecido gran parte de su niñez con su madre Rebeca Soteros en Hawái. Ya pasados seis años de aquel trágico accidente que cobró la vida del actor de "Rápidos y Furiosos", Meadow se encamina a tener una carrera como modelo.
Aparte, dedica tiempo de trabajos a la Fundación Paul Walker, la cual se dedica a apoyar investigaciones sobre la vida marina y así seguir con el legado que dejó el actor diferente a su trayectoria actoral.
En la cuenta de Instagram de la joven también se pueden encontrar recuerdos de momentos que compartió con su progenitor y le dedica comentarios de agradecimientos y amor a las personas que la apoyan y siguen recordando con cariño a Paul.
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