La masacre más devastadora de la historia en Nueva Zelanda, hasta ahora, dejó más de 50 muertos donde el perpetrador abrió fuego a dos mezquitas de manera indiscriminada y transmitió el ataque en su cuenta de Facebook durante 17 minutos.

Además, el atacante dejó un manifiesto de 74 páginas donde reveló su ideología de extrema derecha, anti musulmana y antinmigración.

En Brasil, un tiroteo en un colegio de Sao Paulo, perpetrado por dos exalumnos, dejó diez muertos.

En Holanda, un hombre asesinó a tres personas y al menos cinco quedaron heridas en la ciudad de Utrecht. El ataque fue contra los viajeros de un tranvía.

Por su parte, Estados Unidos es el país del mundo con más armas en el mundo con cerca de 310 millones circulando.

“Es claro que cuando se les da el permiso a los ciudadanos de portar armas es como si el Estado dijera: ‘no puedo brindar las garantías de seguridad y convivencia y lo único que puedo hacer es dejar que se arme”, explica Andrés Nieto, experto en temas de seguridad de la Universidad Central.

Nieto continúa detallando que “por ejemplo, Estados Unidos concentra el 47% de las armas en el mundo, entre pequeñas y de largo alcance, pero también es el que más índice de tiroteos tiene. El problema del porte de armas es que se confunde con el uso. En el caso de México, Colombia y Brasil hay un vacío legal en ese sentido. El hecho de que una persona cargue un arma, no le da el derecho de poder usarla y estar exento de la normatividad y legislación”.

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