Doña Tula trabaja en la finca de Batracio para poder sostener a su familia, mientras que Rasa trabaja para el alcalde, quien quiere tener un romance con ella, pero con un baldado le quita la calentura.
Mientras que las niñas Dely y Rabiola, junto a su abuela, harán lo posible para que el alcalde les permita cantar y se le aparecerán en todo lado.