El escándalo en que se ha visto implicado el príncipe Andrés (54) -tercer hijo de la reina Isabel II y duque de York- por mantener supuestamente relaciones sexuales con una menor entre 1999 y 2002 se ha convertido en una "pesadilla" para sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, quienes no pueden evitar sentirse "humilladas y dolidas" por las acusaciones vertidas contra su padre por mucho que el palacio de Buckingham ya las haya catalogado de "categóricamente falsas".
"Es la peor cosa que podría pasarles. Lo único que quieren es esconderse y no tener que hablar con nadie. Eugenia ha dicho que el otro día se despertó pensando que todo había sido una pesadilla", explicó una fuente a la revista Woman's Day.
La abatida actitud de las dos jóvenes contrasta notablemente con la de su madre, Sarah Ferguson, duquesa de York, quien no ha dudado en dar un paso al frente para expresar su apoyo incondicional a su exmarido -de quien se separó en 1992- en un momento tan difícil.
"[Sarah] le defenderá hasta el día de su muerte", añadió el mismo informante.
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Sin embargo, la duquesa de York no podría evitar guardar cierto resentimiento hacia el príncipe Andrés por relacionarse en un primer momento con el banquero Jeffrey Epstein -condenado en 2008 a un año y medio de prisión por prostitución de menores-, el supuesto encargado de presentarle a la mujer que le acusa de haber abusado de ella cuando tenía 17 años.
"Todavía está enfadada con Andrés por ponerse a sí mismo en esa situación y por el dolor que está causando a Bea y a Eugenia", concluyó.
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