En las montañas del norte del Cauca, hay una zona que se conoce como el triángulo de la marihuana en donde se produce la mata más apetecida en el mundo y por eso también, según las autoridades, es uno de los combustibles del conflicto entre las disidencias de las FARCy el ELN por el control del mercado ilegal. Las luces y sombras del cannabis en el Cauca.
El paisaje en las noches en las montañas del Cauca aparece el de una gran ciudad. Miles de luces encendidas son solo una medida del tamaño gigantesco del negocio que sale del triángulo de la marihuana. Los municipios de Corinto, Miranda y Toribio cultivan una mata que tiene gran reputación en el mundo y que tiene prendida la mecha del orden público. Los Informantes recorrió el triángulo y de paso acompañó un operativo militar.
Es un pesebre, pero no estamos en Navidad, el general Federico Mejía, comandante del Comando específico del Cauca, se refiere a un complejo inmenso de cultivos de cannabis sobre la Cordillera Central que se extiende desde Corinto hasta Toribio, tan grande que en las noches parece una ladera de una montaña de Medellín o Bogotá. Nos metimos en un operativo del Ejército para llegar a algunos de esos invernaderos donde se seca una de las marihuanas más potentes y apetecidas del planeta. “La región entre Corinto Miranda y Toribio lo convierten en el en el Complejo Agroindustrial ilegal más importante de Colombia, de América o tal vez del mundo porque es aquí donde se produce la mayor cantidad de marihuana tipo creepy con una alta riqueza de THC que lo hace muy apetecida en el mercado”.
A las 11 en punto de la noche nos encontramos con un grupo de 17 hombres de Operaciones Especiales del Ejército que tiene como misión destruir varios secaderos y cultivos de marihuana que, según información de inteligencia, están en una zona controlada por la disidencia de las FARC, la situación es tensa, el operativo no pudo realizarse ayer por problemas de orden público en esta zona del norte del Cauca, por eso nos exigen llevar chalecos antibalas.
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A las 12:20 de la noche nos montamos en las camionetas y salimos hacia una zona cercana a Corinto. Hace dos días un grupo de 16 soldados de este mismo comando fue retenido por la comunidad cuando intentaba capturar, según información del Ejército, a un miembro de las disidencias. El capitán Diego Castro es quien dirige esta operación antinarcóticos: "¿La zona donde vamos, está más dominada por Dagoberto Ramos? Totalmente, este sector que es un área pequeña, pero totalmente contaminada de cultivos de hecho al otro lado del río tienen puestos de centinela de ellos, donde informan de manera inmediata el paso de las tropas”.
Por ello, los operativos se hacen a la madrugada y evitan las vías principales, el factor sorpresa es determinante. Un grupo de militares asegura la zona, nos dan instrucciones por radio y nosotros entramos con el capitán y su equipo. Castro y sus hombres arrancan plantas de marihuana, medianas y grandes mientras otro grupo destruye a los semilleros. Son las dos de la mañana, el silencio y la quietud de hoy no son comunes en este tipo de operativos, por eso el capitán está inquieto.
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