En un detalle ‘chiquitico’ podría estar la solución a la contaminación del agua. Un equipo de investigadores de la Universidad de los Andes está experimentando con un microorganismo diminuto natural que tiene superpoderes descontaminantes que podría acabar con uno de los problemas más serios que amenaza a la humanidad.
Un grupo de investigadores de la Universidad de los Andes llevó a la Ciénaga de Mallorquín, en Barranquilla, un alga microscópica, pero poderosísima y la puso a trabajar con mucho éxito. Los Informantes acompañó el viaje y sí podría ser la luz al final del túnel para acabar con la contaminación del agua. Tremendo experimento.
Al doctor Jaime Gutiérrez se le metió en la cabeza que podía limpiar el agua con microalgas, un organismo tan pequeño que es imperceptible al ojo humano y aunque puede sonar extraño y muy descabellado, en la Ciénaga de Mallorquín, en Barranquilla, esas partículas trabajan sin descanso. Él es un médico barranquillero que encontró una tecnología con microalgas una solución sostenible para la contaminación, pero como lo suyo no era la ciencia y todo lo hizo a punta de prueba y error decidió dejarlo todo hasta su carrera en la medicina para estudiar ciencias biológicas en la Universidad de los Andes y darle una respuesta científica a eso que ya había puesto en práctica, su profesora la doctora Marta Vives se enamoró del proyecto y juntos pusieron en marcha la investigación.
Un laboratorio de la Universidad de los Andes es el campo de entrenamiento y fortalecimiento principal de las microalgas, es algo así como si la Selección Argentina entrenará bajo este techo con un control minucioso de cada uno de sus movimientos. Aquí se escoge lo mejor de lo mejor para atacar los contaminantes presentes en la Ciénaga de Mallorquín. Una vez se hace la selección se entrenan, se alimentan, se hacen más fuertes y se multiplican para llevarlas de nuevo, pero a gran escala a la Ciénaga donde juegan como en la final de un Mundial contra la contaminación.
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Esta tecnología fue creada para descontaminar un lago en la India, y replicada en Colombia por el doctor Gutiérrez y su equipo de investigación. Cuando las microalgas ya están listas para salir del laboratorio las llevan hasta Barranquilla donde las convierten en un verdadero cardumen de color verdoso que da vueltas en unas piscinas ovaladas donde se producen casi 3000 galones de microalgas al día, luego las transportan en unos tanques que llegan en camiones hasta la ciénaga.
La doctora Vives es una de las más prestigiosas microbiólogas del país y sabe que detrás de esas partículas diminutas hay unas algas con superpoderes que, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación y cada año se tiran al mar 6.4 millones de basura, el equivalente a 500 estadios de fútbol repletos de basura, una cifra alarmante teniendo en cuenta que menos del 3% de agua en el mundo es potable.
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