Hace 16 meses el mar Caribe se tragó al barco Carmen I con sus 10 tripulantes que salieron de Panamá hasta la Alta Guajira por una ruta que se conocían de memoria, en un viaje que debería durar cinco días. Hay 10 familias rotas como flotando en altamar sin que nada ni nadie les responda por ellos.
La necesidad ha llevado a que marineros humildes se le midan a viajar por altamar en barcos poco confiables, maquillados por fuera, pero fundido por dentro. Los barcos misteriosamente desaparecen en el fondo del mar sin que nadie ponga la cara ni asuma ninguna responsabilidad. Los Informantes habló con las familias ahogadas en tristeza y deudas que merecen una explicación.
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