Como les parece que el actor ahora tiene una finca en La Calera y la alquila para eventos. Hasta ahí todo normal. El pasado fin de semana la rentó para un grupo de muchachos. Inicialmente, le dijeron que irían 30 personas, pero al lugar finalmente llegaron 90.
El resultado: artefactos y muebles de la casa dañados, mugre por montones y hasta vómito. Lo mejor del cuento es que el actor tiene cámaras en la finca y vio todo, todito, todo.