Belky se siente como un ‘bicho raro’ en la universidad, pues se da cuenta de que la mayoría de sus compañeros son muy diferentes y además los profesores le exigen saber inglés, y hasta tener una Tablet, a lo cual ella no puede acceder.
Agobiada y desconcertada porque cree que le va a quedar grande, Tatiana le da ánimo y fuerza para que no se rinda ante el camino que apenas está emprendiendo para cumplir su sueño; y afortunadamente también cuenta con la amistad incondicional de Víctor.