Muerta de la angustia, Belky busca su nombre en la lista de admitidos por la Facultad de Medicina y la dicha no puede ser más grande cuando se da cuenta que el esfuerzo valió la pena y va a poder cumplir su sueño.
En ese momento corre a buscar el dinero para matricularse, los 12 millones que vale el primer semestre, y aunque se encuentra con varios obstáculos, al final logra convencer a su mamá de hipotecar la casa para pedir un préstamo en el banco.