Manuel al fin está libre y decide terminar su relación definitivamente con Yolima, para así poder dar rienda suelta a su amor por Belky en su nuevo hogar. Además, ella parece estar dispuesta a dejar de lado sus temores.
Sin embargo, la noche en la que se demuestren físicamente su amor será paso a paso, por lo que Belky pone en práctica lo que hacía con su paciente y le pide a Manuel que le de masajes para sentirse mejor cuando alguien la toque.