El cantante Liam Payne se enfrenta a un desagradable problema de fetidez en su mansión del sureste de Inglaterra -valorada en cinco millones de libras- en unas fechas tan inconvenientes como las Navidades, en las que tradicionalmente las familias se reúnen bajo un mismo techo. Sin embargo, el intérprete -que está esperando su primer hijo junto a su pareja Cheryl Cole- ya ha tomado medidas para resolver cuanto antes el asunto contratando a los fontaneros más habilidosos del lugar.
"Huele como a huevos podridos y deja una especie de sabor en la boca, se nota solo con pasar cerca", asegura una fuente al periódico The Sun.
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Los vecinos de Liam están deseando que se identifique cuanto antes la misteriosa razón por la que la vivienda huele de una forma tan horrible.
"Los fontaneros ya estuvieron tratando de hallar la raíz del problema la semana pasada, y todos esperan que lo encuentren rápido. Es muy desagradable", añade.
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El intérprete será sin duda el primer interesado en llegar cuanto antes a la raíz del problema, ya que estaría planeando pasar las Navidades en esa misma casa junto a Cheryl antes de dar la bienvenida a su bebé en 2017.
Aunque ninguno de los dos se ha pronunciando aún públicamente acerca de su próxima aventura en la paternidad, el componente de One Direction aseguraba hace unos días durante un encuentro virtual con sus seguidores de Twitter que nunca se había sentido tan feliz en su vida.
Estas palabras parecen reforzar los rumores de que el cantante planearía proponerle matrimonio a su novia en la misma sala de partos tras el nacimiento de su primer retoño, tal y como hizo Justin Scott, marido de Kimberley Walsh, una de las compañeras de Cheryl en el grupo Girls Aloud.
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Por: Bang Showbiz
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