La hermanita se pone en la labor de buscar a todas las personas a las que Libardo les hizo daño para que le concedieran el perdón y así, poder estar en paz con Dios.
Tal parece que la idea no fue para nada alocada y hace que el exalcalde se recupere prontamente al despertar del coma. Sin embargo, aunque todos están allí para darle la bienvenida a su conciencia, él no se acuerda de nada ni de nadie.