Los celos de Libardo no tienen límites y está vez llegará muy lejos para poder tener a Auxilio nuevamente en sus brazos. Así que después de tomarse unos cuantos tragos, Libardo llega a la plaza para dejarle las cosas claras al gringo.
Sin embargo, no todo le resulta como había planeado y Jimmy es quien lo deja bien puesto en su sitio para que no se meta con él ni con las hermanas Calle.