Julián quiere lo mejor para Nelly, o por lo menos eso es lo que dice, ya que le insiste en aceptar el trato de una nueva disquera que le promete un mayor salario y apertura internacional en el mundo de la música. Sin embargo, esta decisión podría convertirse en el punto de partida para una separación familiar.
Nelly podría aceptar este trabajo porque la idea le viene rondando en la cabeza, pero al contarle a su hermana todos esos planes ya no suenan tan bonitos y empieza a pensar en el daño que le puede hacer a Fabiola.
Mientras que en Bogotá, Rosa encuentra en un restaurante a dos mujeres que cantan los grandes éxitos de las Hermanitas Calle y esto podría convertirse en su puerta al mundo del espectáculo.