Felicito ha logrado construir una empresa prospera de transporte, incluso eso le permite regalarle a su hijo una buseta para celebrar la mayoría de edad. Pero nunca se imaginaba que le llegaría una carta de unos delincuentes cobrándole un pago por ‘sus servicios’.
Él está ocupado y no puede dejar de pensar quién será la ‘Arañita’ que firmó la carta. Sin embargo, aun así debe celebrar el cumpleaños de Miguel y se entera que no es el único de sus amigos que está siendo extorsionado.