Magdalena está muy feliz de haber logrado su primera venta de seguros y, sobretodo, con un cliente muy importante. Por esta razón, decide hacer una fiesta en su casa con todos sus compañeros y sus jefes.
Pero Armida no está muy contenta con la fiesta y después de un rato la acaba. Fonchito es el único que se queda para ayudarla y los dos recuerdan lo que en un principio los enamoró y terminan pasando la noche juntos.