Lucila está desesperada por el futuro de la empresa, ya que los hijos de Ismael y Armida no se están haciendo cargo de ella sino que se la están peleando con todas sus fuerzas. Claudio llega para apoyarla, pero empieza a decirle que si Armida no hubiera llegado a la vida de Ismael, sería ella la que ahora sería la dueña de la empresa.
Claudio le hace entender que Armida es mucho ‘más viva’ que todos y que engaño a Ismael para poder quedarse con todo su dinero. La pelea apenas comienza.