Luego de ver incendiarse uno de los vehículos de la Transportadora Narihuala, los empleados de Felicito temen que algo malo pueda pasarles y que, esta vez, no corran con tanta suerte como el joven que quedó herido en el ataque.
Por esto, deciden reunirse con su jefe y contarle los temores que tienen respecto a su trabajo. Y, aunque él les asegura que estarán bien, muchos de sus empleados prefieren renunciar por temor a alguna represalia de estos vándalos de ‘La arañita’.