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Nos vemos luego
¡Veámonos!

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Día 4: Todo un reto: Iván Lalinde aprendiendo a dominar los palillos vietnamitas

los recorridos de la ruta en Vietnam se han caracterizado por ser largos y no muy confortables para el equipo de producción. 

Salimos de hanói afanadísimos poque la grabacíon empezó tarde, son miles de factores los que intervienen en esto de la producción, pero bueno ya arrancamos y vamos rumbo a Yen Baí, más al norte, cerca a la frontera con China. 

Unas carreteras inmensas y rapidísimas hacen que el viaje no se sienta tan largo, pero aún así son horas y horas montados en una van viendo un paisaje realmente plano. Ya quedaron atrás las fantásticas montañas de Karst y la misteriosa Bahía de Ha Long, ya el paisaje se ve más árido y mucho más industrial. dicen que estamos a cuatro horas de nuestra meta. 

En el camino son pocos, por no decir que no existen, los sitios que provoquen parar a tomarse algocomerse algo o por lo menos para estirar el esqueleto.  Todo es muy rudimentario, nada es cómodo, ya estoy por creer que estos vietnamitas no conocen la palabra COMODIDAD, todo es como ahí!!! empolvado, en el piso, chiquitico, como a medias, como pegajosito.. en fin, es una cultura y esto es un intercambio cultual. 

Paramos en donde se tiene que parar en una carretera, en el restuarante de camioneros, donde hay tractomulas y camiones ahí es donde está la buena comida del camino.  y en efecto era un gran restaurante típico vietnamita con muy buena comida, donde seguimos nuestra lección de palillos chinos para comer arroz... arroz, arroz, arroz y más arroz!!!

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Sentarse aquí a la mesa siempre es como un experimento, todo lo que va llegando (ponen muchos pequeños platos para compartir) es una verdadera prueba de fuego porque no sabes si es picante o picantísimo, si es rana, perro, gato, conejo, culebra, caballo, pollo o res, en fin, esto lo digo por mí! que soy un frjolero montañero que sufre mucho con todo esto tan exótico que se ve por estos lares.  Cada bocado es un riesgo!!! jajajajjaja pero les debo confesar que tienen unos sabores fascinantes!!! wowwww unas formas de cocción muy buenas y es evidente que se come muy sano, todo es como hecho en casa. 

Antes de sentarme a maniobrar los palillos y a verles la cara de angustia y expectativa a mis compañeros de equipo (jajajaja) yo fui a dar una mirada por la cocina y todo pintaba muy bien, limpiecito, pitoresco y olía delicioso.  entonces a comer!!!

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les seguiré contando. 

 

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