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Los hijos de Jennifer Lopez le obligan a cantar sobre su trasero

La popular artista atribuye a sus mellizos Max y Emme el título de una de sus nuevas canciones, 'Big Booty', que hace referencia a sus codiciadas posaderas

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Los hijos de Jennifer Lopez le obligan a cantar sobre su trasero
Los hijos de Jennifer Lopez le obligan a cantar sobre su trasero

La exuberancia que destila Jennifer Lopez en sus apariciones públicas le ha llevado siempre a recibir todo tipo de cumplidos que, además de destacar su tonificada figura, han elogiado la firmeza de sus nalgas, unos atributos a los que ella misma se refiere en una de las canciones de su nuevo disco, 'Big Booty'. Lejos de constituir un acto de vanidad, la estrella del pop asegura que la peculiar idea procede de sus dos hijos, los mellizos Max y Emme, quienes la "forzaron" a incluir semejante título en su último trabajo discográfico.

"Jamás se me habría ocurrido a mí cantar sobre mi trasero de forma tan natural, y menos aún optar por un título que deja tan poco a la imaginación [el tema podría traducirse como 'Gran Pandero']. Pero un día estaba con mis hijos en el coche, escuchando la maqueta de la canción, y se volvieron locos. Me dijeron que tenía que llamarla 'Big Booty' y así lo hice. No tuve elección, me forzaron", reveló la diva del Bronx en el programa de televisión del humorista Jimmy Kimmel.

Además de confesar que sus dos retoños -fruto de su extinto matrimonio con Marc Anthony- ejercen una exagerada influencia en sus decisiones artísticas, la extrovertida artista augura un prometedor futuro para los dos niños en la industria discográfica gracias a su "gran oído musical", hasta el punto de que no duda en afirmar que Max y Emme podrían convertirse en los verdaderos herederos artísticos de sus dos famosos padres.

"Lo cierto es que mis dos hijos han debido de heredar de nosotros su gran oído musical, ya que son capaces de identificar rápidamente los ritmos que funcionan en una canción y los que no. Mi hijo Max es especialmente bueno en esa tarea, quizá con el paso de los años se convierta en el próximo Clive Davis o nos obligue a nosotros a retirarnos prematuramente. No sé lo que quiero que haga con su vida, me conformo con que sea feliz", apuntó en la misma conversación.

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A sus 44 años, la estrella estadounidense confiesa vivir en un mar de dudas, ya que todavía no sabe el título que dará a su nuevo disco de estudio ni tiene demasiado claro cuándo estará a disposición de sus fieles seguidores. Su desorientación artística podría estar también muy relacionada con la caótica vida sentimental que estaría experimentando en estos momentos, teniendo en cuenta que no han dejado de circular rumores sobre la posibilidad de que esté a punto de poner fin a su romance con el coreógrafo Casper Smart (27 años) debido al coqueteo que mantendría con otro guapo bailarín: Maksim Chmerkovskiy.

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